martes, 11 de agosto de 2009

DIA 3. DIRECCIÓN SKAFTAFELL


Después de dormir placidamente sobre un colchón aunque sin persianas y desde las 4 de la manana es de día (pero bien de día), volvemos a la carga y sin hacer mucho ruido abandonamos nuestro "hostel".

Otra vez, solo empezar a ciclar nos vuelve a llover, esperaremos 15 minutos a ver si es verdad lo que dicen los Islandeses, "si no te gusta el tiempo, espera 15 minutos y cambiará"...es cierto!!!! a los 30 minutos ha empezado a mejorar el tiempo.

No hemos desayunado y esperamos hacerlo en una gasolinera (en las que suele haber restaurantes y tienda), tenemos mala suerte, porque solo hay un simple surtidor...grrrgrrrr (nuestras tripas), esperamos que la siguiente tenga algo con lo que entretener a nuestro estomago.

Sin darnos cuenta nos plantamos en la cascada de Skogafoss, una preciosidad, con su poza y su agua pulverizada, sus arco iris y todas esas cosas que hacen que todo parezca bucólico....
Aquí finaliza el treking que viene de Porsmork y se ve a mucha gente como sube por unas escaleras hasta lo alto de la cascada para dar un vistazo, los chicos de Zaragoza que conocimos hicieron la ultima etapa de dicho treking al revés (es decir saliendo desde la cascada hasta el último refugio) y nos dijeron que es una maravilla.

Seguimos sin desayunar, así que sin entretenernos mucho, sacamos provisiones espanolas, parece que hoy va a ser un día duro para comer.
Tenemos que coger un bus para acortar un poco por una zona que son unos arenales semi-desérticos con rectas interminables (mejor con bus, y mejor aún si llueve como lo ha hecho), vamos un poco justos de tiempo y aunque teníamos pensado acercarnos a Reynalid para ver el famoso arco de Vik con sus frailecillos y la playa de Dhyoraley nos es imposible porque si vamos perderemos el bus y nos interesa cogerlo para poder ganar un día de margen por si nos hace muy mal tiempo.

El tema de los autobuses es un poco fastidioso, solo hay un bus al día, es decir que si lo pierdes te tienes que esperar un día entero hasta que pase el siguiente bus. Los buses en verano van repletos de turistas, no quedan apenas asientos libres y en algunos incluso la gente tiene que ir en el pasillo al igual que los macutos.
Algunos de ellos tienen portabicis y los que no lo tienen te meten la bici en el maletero como sea, la verdad es que nosotros tenemos la fama de "tozudos", pero los islandeses no se quedan atrás.
En invierno mucho de los buses no están operativos ya que las carreteras están cortadas por nieve.
El precio de los buses no es nada económico, es bastante caro, pero comparado con el alquiler de vehículos parece que sea hasta barato. Los turistas que viajan con bus (diariamente) se sacan una bono de 7,14 ó 21 días que hacen que el precio baje un poco.

Llegamos a Vik, aunque no tenemos mucho tiempo para poder ver los acantilados, nos acercamos a la playa y disfrutamos el momento no vemos frailecillos de cerca, solo se ven revolotear en lo alto de los acantilados pero esperamos verlos mas adelante. Cuatro fotos y a comprar al supermercado algo para que lo podamos comer en el bus.

Al llegar al parque de Skaftafell no nos hemos dado cuenta de que esto es enorme, en este lugar solo ves una pequeña parte de lo que es, esto es inmenso, es la primera vez que vemos el Vatnajökull (glaciar mas grande de Europa) y nos acompanará en los siguientes días, enseñándonos cada una de sus lenguas que llegan casi hasta la misma carretera.

Llueve, así que nos tomamos algo en el centro de interpretación, esperando a que pare un poco para plantar la tienda. Vemos que también hay algún ciclista mas, aunque se respira un gran ambiente montañero.
Medio lloviendo montamos la tienda y nos preparamos un poco las alforjas, el tiempo nos da una tregua y nos permite ir hasta la cascada de Svartifoss y asomarnos a
la lengua de un glaciar, una excursión de dos horas que nos dejo asombrados. Tenéis que venir aquí a ver esto!

Ducha, que ya tocaba, cenita y a nuestra casita de papel.

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